Estos días estamos viendo como unos de los lugares más afectados por el coronavirus son las residencias para personas mayores. Esto se debe a que los usuarios de estos centros son los más vulnerables. Los muertos en residencias se cuentan por miles en todo el Estado y sólo en Cataluña el departamento de Salud de la Generalitat ha reconocido más de 510 óbitos.
Esto hace que la intranquilidad entre los residentes y los familiares sea máxima. También en Torredembarra. Y no es para menos, por ejemplo, en la residencia Nuestro Hogar de los Pallaresos ha muerto un residente y se han detectado una veintena de casos. En Tortosa, peor.
En nuestro pueblo, sin embargo, la noticia es muy alentadora por el echo que en la Residencia Pere Badia no se ha detectado ningún caso debido a las restricciones y medidas que se han realizado por los trabajadores de la residencia desde el pasado 13 de marzo, cuando se decretó el confinamiento. Y, incluso, antes.
Conscientes de la excepcionalidad de la situación, las directrices han sido muy estrictas y han consistido en limitar el acceso de personas foráneas en el centro, suspender actividades formativas de ocio en el exterior, confinar a cada residente en su planta, reducir las jornadas del personal para disminuir los contactos entre trabajadores, etc.
Día a día
Sin embargo, el día a día continúa con una cierta normalidad. Todos los puestos de trabajo están cubiertos al 100% y se han puesto en práctica actividades extraordinarias con el objetivo de ocupar el tiempo libre de los residentes y pasar el confinamiento de la manera lo más entretenida posible.
Además, se ha puesto en marcha un sistema de videollamadas para que los abuelos y abuelas puedan ponerse en contacto con sus familiares de una manera regular. Un hecho que se ha convertido en una experiencia única y muy emotiva, así como tranquilizadora para las dos partes.
Y es que como en el resto del País, la Fundación está haciendo un mayor uso de las nuevas tecnologías y ha aumentado su actividad en las redes. Muy emotivo fue un vídeo hecho público el pasado 22 de marzo que estaba protagonizado por los abuelos y abuelas del hogar que quería tranquilizar a los familiares y lanzar un mensaje de esperanza: todo irá bien.
Felicitación de la Consejería de Salud
Toda esta tarea ha hecho que la Consejería de Salud haya felicidad en la dirección de la residencia por cómo se ha organizado todo el dispositivo para la prevención de la propagación del virus dentro de la Fundación y que, por el momento, ha impedido que ningún residente haya quedado infectado.
Solidaridad
Un aspecto que también ha sido noticia estos días ha sido la solidaridad que ha recibido la Fundación Pere Badia a través de la donación de material de protección. Esto, conjuntamente con la búsqueda de nuevos proveedores, ha hecho que hasta el momento no haya faltado. A pesar de ello es una de las preocupaciones actuales.
Última medida
La última medida que se pone en práctica es que a partir de ahora, para evitar el contagio a través de objetos, todo lo que los familiares lleven estará una semana en cuarentena, por este motivo se recomienda que no se lleve comida y otras cosas que se puedan dañar.
